miércoles , 24 de septiembre, 2025

Centro de Monitoreo de AUBASA, la clave para la prevención y asistencia vial

La seguridad vial dejó de ser un asunto técnico para transformarse en un tema central de la vida urbana y productiva. En un país donde los siniestros de tránsito se llevan miles de vidas por año, la pregunta es inevitable: ¿Cómo se mide si una autopista es segura?

Una de las respuestas es la de detectar antes para actuar mejor. Y en ese sentido es clave la tecnología. Uno de los ejemplos es el Centro de Control y Monitoreo de la Autopista Buenos Aires–La Plata que funciona como un cerebro de la traza. Por un lado, mira, controla y escucha; y por el otro, comunica, interpreta y coordina.

Desde ese centro, se observa lo que registran más de 500 cámaras, 20 de ellas analíticas, y un equipo de 9 puestos de operadores que trabajan las 24 horas, allí se detecta de manera automática casi el 80% de los eventos.

Esto significa que tres de cada cuatro incidentes se registran antes de que un usuario pueda levantar el teléfono. Esa detección temprana es lo que permite evitar que un vehículo detenido o un animal en la calzada se conviertan en un siniestro grave.

La prevención también es parte del modelo integral. Los móviles de Seguridad Vial patrullan de manera permanente la traza, levantan novedades de incidentes, obstáculos o problemáticas a resolver con áreas como Seguridad Patrimonial y Mantenimiento.

Esta acción preventiva logró reducir en más de 80% los incidentes con animales de gran porte en apenas tres años. Lo mismo ocurrió con los ataques con piedras desde las banquinas: hoy son un 60% menos que en 2022.

A esta acción en el terreno se suman los controles que coordina Seguridad Patrimonial: trabajan sobre la conciencia social y el 92% de los usuarios respalda los controles de alcoholemia y documentación, lo que refleja una sintonía clara entre las políticas de seguridad y la percepción ciudadana.

La asistencia inmediata e integral al usuario es otro punto clave. La manera que los operadores atienden al usuario en la línea de emergencias 140 y la asistencia en ruta muestran altos niveles de satisfacción. La explicación está en la capacidad de respuesta diferenciada e integral: ante la particularidad de cada siniestro o incidente, la respuesta es especifica.

“Conducir el sistema de seguridad vial de AUBASA significa poner en el centro la seguridad de las personas. Nuestro objetivo es dar respuestas eficaces, concretas e inteligentes, pero siempre con cercanía humana. Trabajamos en cooperación con municipios, bomberos, la Policía Provincial y con los ministerios de Transporte y Seguridad, porque solo con acción integral podemos cuidar a las familias y a todas las personas que transitan nuestras autopistas y rutas”, explicó Natasa Loizou, gerenta de Prevención y Seguridad Integral de la empresa estatal.

Siempre se acerca un vehículo con operadores de Seguridad Vial de AUBASA, se asiste a un desperfecto mecánico y/o una urgencia médica, y el sistema responde de manera específica a cada caso. Esa flexibilidad se traduce en confianza. Los tiempos de arribo son una de las exigencias más duras de la norma ISO 39001, y AUBASA alcanza su cumplimiento.

En la Autopista Buenos Aires La Plata las ambulancias llegan en un promedio de 8 minutos, las grúas en promedio de 18 minutos y los móviles de Seguridad Vial en un promedio de 9 minutos, siempre en el rango de reacción de los límites internacionales.

Además, la gestión de recursos es eficiente: en lo que va de 2025, de 26.650 llamados, solo el 1,69% requirió ambulancia y el 36,9% grúa, lo que significa que la mayoría de los incidentes se resuelven con asistencia básica y patrullaje, liberando recursos críticos para los casos graves.

En esa línea, Juan Olmos, Jefe de Seguridad Vial de la Autopista BALP indicó: “La seguridad vial y el cuidado de los usuarios es una prioridad para nosotros las 24 horas. Todos los días trabajamos para dar respuesta ante cualquier evento que sufra un vehículo. Contamos con móviles equipados de seguridad vial, grúas para vehículos de todo tipo, y ambulancias a disposición en todo momento para brindar una respuesta inmediata e integral”.

El registro diario de incidentes se convierte en base para la mejora continua. En 2024, por ejemplo, se detectó un aumento en los incidentes con perros. La respuesta fue reforzar patrullajes, y en 2025 esa cifra cayó un 35%. Lo mismo ocurre con la evolución de los siniestros: en 2022 se registraron 1.160 siniestros, en 2023 bajaron a 930, en 2024 fueron 829, y para 2025 la proyección ronda los 835. En tres años, la reducción alcanza el 28%, es decir, más de 300 siniestros menos.

Estos resultados adquieren más valor cuando se los compara con la situación nacional. En 2024 hubo 4.027 víctimas fatales por siniestros viales en Argentina, 11 muertes por día. El perfil de las víctimas a nivel nacional también es alarmante: 78% son hombres, la franja más afectada es la de 15 a 34 años, y los motociclistas representan el 44% del total.